lunes, 8 de noviembre de 2010

Louis Vuitton

Inspirada en el diseño de una caja de zapatos, Fiesso d'Artico, la nueva fábrica de zapatos de Louis Vuitton combina los últimos avances tecnológicos con una visión cosmopolita y única del arte contemporáneo. Obra del arquitecto Jean Marc Sandrolini, todo el edificio fue diseñado siguiendo un enfoque artístico y ecológico que busca optimizar el uso de la luz natural solar y el medio ambiente. Un jardín contemplativo ubicado en el centro de la construcción descubre el espacio interior y permite que la luz se disemine por todos los talleres que la delimitan. Así también el mismo enfoque ecológico guía las numerosas elecciones técnicas que hacen al funcionamiento de la planta. Fiesso d'Artico pone de manifiesto los exigentes estándares Louis Vuitton reafirmando una postura que coloca la creatividad y la preservación en el corazón de un proyecto industrial.

Al integrar la oficina de proyectos, la producción, la galería de arte y el centro de entrenamiento bajo un solo techo, lo que Louis Vuitton hace es firmar el manifiesto de la tradición en progreso.

Inaugurada en septiembre del 2009, la nueva planta Fiesso d'Artico es el escenario para la pericia en movimiento. En la ribera del Brenta, a 33 kilómetros de Venecia, este sitio redefine los códigos de artesanía para el siglo veintiuno, al incorporar los últimos avances tecnológicos y una visión cosmopolita única del arte contemporáneo con una colección y comisiones especiales de artistas.

La caja mágica
Para terminar el proyecto Fiesso d'Artico en el 2009, se requirieron tres años de investigación y un año de trabajo. El plan, que busca hacer un uso óptimo de la luz solar natural y el medioambiente, tiene eco en una visión humanista, con un sistema de producción que consiste de talleres distribuidos alrededor de un paralelepípedo de follaje, digno de un jardín contemplativo. Un edificio centrado alrededor de un claustro, a través del cual se pasa en silencio, caminando serenamente en sintonía con el murmullo del agua.

Sobre todo, esta pasarela descubre el espacio interior y permite que la luz se disemine por todos los talleres que la delimitan. Así, los visitantes tienen acceso a todo el proceso creativo, desde los bosquejos hasta la creación de los diseños, sea que involucre cortes, preparación, ensamble o los toques finales.

La materia prima -concreto, cemento, acero, vidrio- trabaja muy bien con la luz natural del día y la refleja. Son cuatro talleres (mujeres elegantes, mocasines, tenis y hombres clásicos), una oficina de proyectos y un departamento de planificación, junto con su laboratorio de calidad integrado, los que integran este plan arquitectónico, diseñado como una "caja de zapatos". Al mismo tiempo que protege los secretos de manufactura del mundo exterior, la pantalla de acero que envuelve al edificio permite a la luz fluir del exterior y correr por el corazón del edificio, desde la luz de techo en los talleres hasta los grandes ventanales y patios.

El mismo enfoque ecológico ha guiado en numerosas elecciones técnicas: paredes aisladas, paneles solares y fachadas de alto rendimiento, un sistema geotérmico para cubrir 95% de las necesidades de energía térmica, etc. Por consiguiente, el aire extraído es tratado y luego reinyectado al local sin pérdida de energía en el invierno. En cada lado del jardín contemplativo, el agua de lluvia se colecciona en postes colocados a lo largo del sendero, antes de almacenarse y luego presurizarse en un estanque subterráneo de 200 m3 para reducir el consumo de agua potable.

Joana Vasconcelos
Dentro de los artistas que han colaborado en el proyecto destaca la presencia de Joana Vasconcelos, representada en su gigantesca escultura "Priscilla"de un zapato hecho con 600 cacerolas. El zapato mide más de 4 metros y está situado en el espacio ajardinado interior.
Otros artistas cuyas obras podemos ver en las galerías son Jean-Jacques Ory (zapato de salón con la venus de Boticelli pintada dentro), Nathalie Decoster (también en el jardin), dibujos de Andy Warhol, y obras de Richard Prince o Robin Rhode.